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jueves, 7 de abril de 2011

El caso Killer Hands

En la comisaría de policía, el agente más cualificado de todo el cuerpo, tenía entre manos un caso muy importante. Un asesino en serie al que llevaban años intentando atrapar, y ahora el caso por fin era suyo, ese asesino acabo con la vida de mucha gente entre ellas sus familiares, el caso “Killer Hands”. El comisario hizo llamar al policía a su despacho, para entregarle la descripción del Killer Hands, que pudieron obtener gracias a un testigo, que no pudo vivir durante mucho tiempo. El policía, se llamaba John, y este cogió la descripción del asesino y la observo, pelo largo y rosa y un traje de cuero negro con correas, llevaba la boca tapada. John, salió tarde de la comisaria, cogió su coche del aparcamiento, dio marcha atrás, y saco de allí el coche, giro a la derecha, mientras pensaba en llegar a casa y el momento  en el que el Killer Hands volvería a salir. Justo en ese momento, allí estaba, persiguiendo a un chico joven. John bajo del coche enseguida y saco su reglamentaria. El chico le sacaba una gran distancia de ventaja al Killer Hands, cuando el chico llego al lado del policía, este le dijo que entrara en el coche. Killer Hands seguía corriendo hacia delante, mientras que John le apuntaba con el arma. John se fijo en sus manos, mientras se preguntaba por qué le llamarían Killer Hands, entonces fue cuando vio la razón de su nombre. No tenia manos, era como si tuviese navajas gigantes como brazos, llevaba sus artilugios sacados, en el aparato de la izquierda salían cinco utensilios en los cuales pudo apreciar un cúter enorme, un martillo, una moto sierra, un ala de ángel metálica y un palo con clavos, en el otro aparato llevaba una hoja de navaja enorme, un gancho, una pistola eléctrica, otra ala de ángel metálica y un sacacorchos gigante. John se que paralizado, el chico empezó a gritarle al policía que entrase en el coche y que se fuesen de allí. John reacciono disparando a Killer Hands, este se cayó al suelo, y John le dijo al chico que saliese del coche y corriese a su casa, no había nada más que ver. John corrió a por el asesino, pero este se puso en pie, guardo todos sus artilugios menos el cúter y la hoja de la navaja, cuando John estaba lo suficientemente cerca, Killer Hands se levanto rápida pero dolorosamente, por culpa de la herida que le ocasiono la bala del policía, y asesto una cuchillada al brazo izquierdo de John, no fue muy grave, ya que casi pudo esquivarle, solo le rasgo la gabardina blanca que llevaba. John se miro el brazo para afirmar que estaba bien, y luego volvió la vista a Killer Hands, el cual estaba huyendo. John corrió al coche por munición, y siguió a Killer Hands. El asesino miraba de vez en cuando hacia atrás para seguir corriendo, entonces giro bruscamente hacia la izquierda, entrando en un parque de atracciones de terror abandonado, Killer Hands lo atravesó rápidamente por un bosque lleno de zarzas, John le pisaba los talones, Killer Hands corrió hacia una casa abandonada una vez pasado el bosque. John observo como a Killer Hands le daba igual los rasguños de las zarzas, el no podía perder tiempo, asique miro a su alrededor, un viejo pilar de hormigón estaba colocado sobre las zarzas, de joven el policía había hecho parkour,  un deporte callejero en el que los practicantes deben de saltar cualquier obstáculo mientras continúan su camino en línea recta. John cogió algo de carrerilla y salto al pilar, una vez subido salto sobrepasando las zarzas, cayo rodando por el suelo, y siguió en busca de Killer Hands. John encontró una casa abandonada, en la pared había zarzas, y por los alrededores estaba demasiado oscuro, apenas se podía ver, asique supuso que Killer Hands habría entrado en la casa. John abrió la puerta, justo al lado de él había un baúl, lleno de juguetes viejos, una vieja máquina de escribir rota y mas adelante de él había un gran pasillo, justo a la mitad unas escaleras y al final una estatua y detrás de esa estatua un botón rojo y enorme que salía del suelo. Un reloj antiguo daba la hora y justo al lado una vieja armadura medieval, a John, le gustaba cada vez menos estar allí. No dejaba de preguntarse para que servía el botón, asique cogió la estatua, que no pesaba mucho, y la coloco encima del botón. Una lámpara de araña colgada del techo bajo y rompió las escaleras que llevaban al piso de arriba, John se fijo en la pared y había un cuadro de un hombre y una mujer, supuso que esas personas habrían sido los dueños de esa casa. John se subió a la lámpara y salto al piso de arriba, se quedo a la mitad, asique tuvo que hacer fuerzas con las manos para poder subir. Entro por la única puerta que había, y los cuadros cada vez eran más extraños, una momia, un hombre lobo, un vampiro, Frankenstein y por último los dos más raros, una chica que sostenía la parte de debajo de una tuerca y al lado un chico que sostenía la parte superior de la tuerca, justamente al lado de los dos últimos cuadros había un mecanismo con una tuerca idéntica a la de los cuadros, pero montada. John no hizo mucho caso asique siguió con su camino, entonces un estruendo que vino de arriba le hizo mirar hacia el techo. Rápidamente, salto hacia atrás y pudo esquivar aquella diabólica trampa. Su corazón latía deprisa, y lo peor era que Killer Hands se le iba a escapar. John pensó rápido, se fijo detalladamente en los cuadros de los jóvenes, y como el sospechaba tenían una gran relación, estaban cortados justo por donde estaba partida la tuerca. John quito la parte superior del cuadro de la chica dejando solamente el cuadro por la parte en que sujetaba la mitad de la tuerca, por ultimo quito la parte superior del otro cuadro, la parte superior de la tuerca, y  lo coloco en el anterior cuadro. Un estruendo se volvió a escuchar, pero era más cercano. La tuerca de al lado cayo al y se incrusto en el final del mecanismo. John la hizo girar, y observo como el techo con pinchos subía, se dio prisa y paso rápidamente por debajo. Entro en un ascensor, y se fijo que en los extremos había unos cocodrilos de adorno con la boca abierta hacia arriba, y en la pared había dibujos de personas en dos columnas que estaban situadas encima de los cocodrilos, cuando el ascensor comenzó a subir, los cocodrilos parecían comerse a las personas de los dibujos, a John no le gustaba nada esa casa, quería encontrar a Killer Hands y salir de allí cuanto antes. Llego a una habitación oscura en la cual solo había dos lámparas de araña, pero más pequeñas que la anterior, una que subía y bajaba, y otra que se movía de derecha a izquierda. John salto a la primera y espero a que la otra se acercase mientras el subía, después salto, y perdió algo de fuerza por culpa del movimiento que ocasiono al saltar de la lámpara, casi se cae de la segunda lámpara pero se pudo agarrar, luego subió y salto hacia el siguiente piso, bajo por unas escaleras a una especie de sótano, luego unas escaleras que subían, él las siguió corriendo, y llego a un quirófano, en el cual habían hojas de papel tiradas por todas partes, John, se tiro bastante tiempo investigándolas. Entonces John descubrió que todos esos papeles eran anotaciones sobre el experimento con una persona medio humano medio artificial, John pensó que aquel experimento se trataba de Killer Hands, y no se equivocaba, todos los asesinatos que cometía, era porque alguien en concreto que se lo ordenaba, y cuando no sabía qué hacer recurría a su único hogar. La persona que le creo. En ese quirófano también había anotaciones sobre la familia de John. El creador de Killer Hands, él era el asesino y actuaba mediante una marioneta. John salió por la puerta trasera del quirófano que daba al cementerio de la vieja iglesia. Killer Hands estaba corriendo hacia ella, asique John corrió a por Killer Hands, tenía que hablar con él. Killer Hands entro el primero y corrió hasta lo alto de la iglesia, y John le seguía lo más rápido que podía, una vez allí los dos en el tejado de la iglesia. Ambos vieron como todo el cuerpo de policía se había enterado de aquella tremenda persecución, y estaban allí esperando a ver qué sucedería. John hablo con Killer Hands:
- Killer Hands, tú no eres así, ahora eres como un niño pequeño que obedecía las ordenes de su creador, y ahora que sabes que él ha muerto, asesinas a la gente porque crees que es lo que él desea, ¿no es así? Has asesinado a gente inocente, por favor, entrégate ahora y no aumentes tu castigo, tú y yo podremos ser amigos.
Killer Hands empezó a llorar y saco el cúter disimuladamente:
- Señor policía, el profesor me dijo que asesinara a esas personas por que eran malas, y cuando el profesor murió, mate a los que me hacían llorar, porque él decía que los que hacen llorar a los demás son malos. ¡Y usted me ha hecho llorar!
Killer Hands se lanzo a por el policía. John intento sacar su reglamentaria pero no pudo, el cúter ya le había atravesado, todo para el se empezaba a ver borroso y finalmente negro. Las campanas de la iglesia comenzaron a sonar, y el cuerpo de John cayó desde lo alto de la iglesia. Los policías fueron en su ayuda, Killer Hands se asomó. Y vio que algunos policías lloraban por John, entonces Killer Hands pensó, en que él era el malo, porque él había hecho llorar a esas personas, asique se fue al otro extremo del tejado y rogándole a Dios su perdón, se lanzo al vacio. Los demás policías buscaron a Killer Hands, cuando le encontraron llevaron los dos cuerpos en la ambulancia. John murió antes de llegar al hospital. Killer Hands despertó en la cama del hospital, con manos artificiales, pero manos, lloro de la alegría. Varios días después Killer Hands fue llevado a juicio, y se proclamo el solo culpable de todos sus actos, y pidió que le dejasen asistir al funeral del policía John. El día del funeral Killer Hands fue el único que llevo un ramo de flores con rosas rojas y enormes amapolas, y mientras se acercaba llorando a la tumba de John para dejar las flores pensó:
- Te traigo flores para pedirte perdón, por haberte hecho esto. Cuando se marchiten vendrán y pondrán unas nuevas y jóvenes flores, lo he encargado yo. También quería que supieses que voy a cumplir mi condena y que después entrare en el cuerpo de policía y usare tu placa, para proteger a los ciudadanos como tú solías hacer. Y a partir de hoy me llamare John, y todo el mundo te recordara, porque dicen que mientras no se olvide a una persona, esta nunca muere. Descansa en paz, amigo.
Killer Hands puso las flores sobre la tumba y luego se lo llevaron preso, mientras él seguía llorando por la pérdida de la única persona que le había ayudado a abrir los ojos.
                                                                  FIN